Los marineros tienen sus propios mitos, entre los que destaca por su enormidad y voracidad el Xikxaan, temido por todos, ya que pocos han sobrevivido a un encuentro con la implacable bestia oceánica

[Imagen: Oberholster Venita, Pixabay]

Silba el arpón, silban las lanzas,

Ruge Xikxaan, y las olas se alzan,

No es el acero de un simple mortal

El arma que pueda causarle algún mal.

 

¡Dama que acoges las almas del mar:

Llegada es mi hora, te vengo a encontrar

Con tantos hermanos, fuertes y osados,

Sus vidas y sueños hoy derrotados!